El pasado 03 de marzo el municipio de Gachancipá recibió la visita de la viceministra de Creatividad y Economía Naranja, Adriana Pinilla Leal, con motivo de la protocolización del reconocimiento que el gobierno nacional, a través del Ministerio de Cultura le hace al municipio como Área de Desarrollo Naranja.

Gachancipá, una naranja con futuro
Adriana Padilla Leal Viceministra de Creatividad y Economía Naranja | Gachancipá, una naranja con futuro

En edición pasada de este medio, le había referido al director del Periodico ABCentro al latente peligro que para nuestro reconocimiento, sentido de pertenencia e identidad cultural significa la implementación de la recién aprobada ley que consagra el Área Metropolitana Bogotá-Cundinamarca, que puede convertirse en inminente riesgo de desarraigo y aculturación para nuestra localidad.

Es esta una oportunidad de oro para que, mediante los estímulos, exenciones y prebendas que otorga esta nominación, tratemos de ponernos al día en el atraso histórico que tenemos en el tema cultural y de rescate de nuestras expresiones, costumbres y sitios de interés. Es la posibilidad de interesar a la empresa privada para que se convierta en socio estratégico del desarrollo municipal.

Es, por lo menos curioso ver como la mayoría de gachancipeños, de nacimiento o por adopción, desconocen la riqueza de nuestro ancestraje; la importancia global que tiene, por ejemplo, la piedra calendárica entregada por los primitivos habitantes de esta comarca al sacerdote José Domingo Duquesne de la Madrid, quien al lado de figuras como Alexander von Humbold la interpretaron y dejaron para la posteridad el documento “Disertación sobre el calendario de los muiscas”. 

Igualmente, nuestros coterráneos, en su gran mayoría no son conscientes de la calidad de “tierra de sanación” que tiene nuestro territorio, desde los inmemoriales tiempos del zipazgo. Estas dos condiciones, darían para posicionar a Gachancipá como destino importante de turismo cultural y de salud y bienestar y podrían ser generadoras de toda una industria que, apoyada en el marketing respectivo, se convertiría en eje de la economía local; una economía, en su gran mayoría amparada por el rótulo “Naranja” que le haría beneficiaria de las bondades de la declaración de territorio especial de tal modelo de producción.

Todo esto sin contar con condiciones privilegiadas, como el hecho de tener el único Camino Real, auspiciado bajo cédula Real de Carlos III; el “Camino Amarillo”, que atraviesa el municipio de Sur a Norte por su costado oriental y que conduce a la Laguna sagrada de Guatavita; amén de otras características, naturales o construidas que nos posicionarían como uno de los sitios a visitar por nacionales y extranjeros, dinamizando nuestro quehacer productivo, lo que redundaría en mejor calidad de vida para los gachancipeños. Ojalá la declaratoria incentive propuestas novedosas implementadas por la administración municipal, por la empresa privada o por una sinergia entre Estado y ciudadanía, que conviertan a la cultura y el turismo en principales jalonadores del desarrollo local.

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